Querida Mariela:
Sí, soy yo otra vez. Me fui a por un paquete de puchos y nunca volví.
Excepto porque aquí estoy.
Perdóname la ausencia, no fue queriendo y me ha pesado la distancia, pero la necesité. No sé si he vuelto definitivamente, estoy probando como quien mete el piecito en el agua para chequear que no esté muy fría. Meto una uña, un dedito, otro, lo saco, lo vuelvo a meter. Depende de como me pegue la temperatura, decido si me meto de cabeza o no.
Como súplica desesperada por tu amor te escribo esta carta. Nunca quise hacerte ghosting, Marianela. Para que entiendas los motivos, puedas tocarlos, nombrarlos y enumerarlos, te traigo:
10 razones por las que guardé silencio
1. El estrés me come el alma
No tengo lugar mental para escribir en este cerebro que vive incendiado. Estuve viviendo abajo de una montaña llamada trabajo que no hace más que crecer y crecer y se alimenta de excels y mails y presupuestos y logísticas y gusta de aplastarme la cabeza hasta que no puedo más, entonces revienta mi cerebro, me subo con las pocas fuerzas que tengo a una guagua llego a mi cama me desplomo, miro en la tele algo que requiera mínimos - mínimos mínimos - de esfuerzo intelectual, devoro lo que encuentro para tapar el cortisol me duermo y al otro día le doy a repeat y hago todo lo mismo de nuevo.
No estoy entregada ni devota a este ritmo, le he presentado batalla. Yo sé que no voy a heredar la empresa. Probé de todo, probé la técnica pomodoro 25-5, estirar las piernas, respirar profundo, tomar mate, caminar más, bailar y perrear junto a la impresora, comer mucha fruta. Procuro darme largas pausas de caca cotizada, caca en horario laboral.
Pero nada termina de funcionar ni de asentarse como hábito, es una pelea que estoy librando un paso a la vez. De momento el estrés sigue ganando la pulseada. Ojalá las ansiedades me den un respiro, porque así no se puede ni pensar. Mucho menos escribir. Inhalo, exhalo, inhalo, exhalo.
2. Después del Wandagate ya no se puede escribir ficción
Ni Shakespeare ni Borges ni la Biblia podrían haber producido semejante trama, con tan intrincados giros y rencores, con estos personajes dantescos que convocan a los más bajos instintos y atraen la mirada curiosa de cualquier hijo de vecina, dividiendo al mundo en #TeamWanda y #TeamChina (Si es que existe alguien que todavía defienda a la oriental)
Es un escándalo en donde cada noticia nueva es un puñal en las tripas. Se traiciona a los valores de buena familia, a la moral judeocristiana, a la lucha de clases y a las carteras Birkin. Todo está muy manoseado, están hasta las manos y por suerte para nosotros podemos ver la representación gráfica explicita literal de ese fingering en cada posteo, en este ultimate showdown por ver quién es la pareja que robará nuestros corazones.
Esta historia que contiene a todas las historias es un banquete que reparte para todos, trae moralejas profundas y reflexiones maliciosas, por no nombrar los diez millones de memes y comentarios de la red del pajarito anteriormenteconocidacomoTwitter.
Esta novela que chorrea sexo y drama, ácido hialurónico y Gucci, nos trae por un tobogán judicial sin precedentes en donde ya no se sabe qué es lo que está en litigio, pero ¡vaya que se han hecho acusaciones! Señalamos con el dedo a ver quien es más grasa, quien es más rico y sobre todo quién es más infiel. Que se prenda fuego en la hoguera aquel que ose desafiar esta monogamia de mates en Nordelta y compras en Milán.
Juzgaremos lo que dicen y lo que no dicen (que no es tanto, porque no se guardan mucho), los lugares a donde van a cenar, si andan en cuatriciclo en sus vacaciones en la playa, la cantidad desproporcionada de vuelos en jets privados y ante todo, su mapaternidad y quién cuida a los peques y quién quiere más a sus hijos y ¿¿¿¿¿¿¿ ALGUIEN POR FAVOR QUIERE PENSAR EN LOS NIÑOS ???????
Wanda y L-gante y la China y Mauro son nuestros duendecillos cachondos llenos de rencores y mezquindades, en una comedia de enredos que nada tiene que envidiarle a Sueño de una noche de verano. Han estado con las tripas fuera para nosotros cada día, para que nosotras los cuervos nos hagamos un festín despedazando los restos de sus entrañas.
Agradezco a la vida ser argentina y contemporánea al Wandagate. Pero qué te voy a decir amiga, con tanta intimidad expuesta, tantas sonrisas escondidas tras blanquísimas carillas dentales y venganzas disfrazadas de Hello Kitty, ¿Acaso puedo yo escribir algo que sea mejor que la narrativa con la que Wanda ha decidido deleitarnos?
3. Se terminó un año y empecé otro
Como suele pasar cada 31 de diciembre, brindé, festejé, tuve una resaca de 3 días y luego di vuelta la última hoja del calendario. Y ahí, atrapados por el peso del tiempo, me quedaron la pluma y los versos.
Me di un tiempo para recuperarme del año pasado, o del anterior, o de la pandemia, no sé, pero anduve tan cansadita Marielda. Ya no sólo cansadita de burnout, sino que también cansadita estructural, cansadita acumulada, cansadita de peso en hombros, cansadita de todoentodaspartestodoelrato.
A veces para registrar el paso del tiempo, el cambio de una época a otra, hay que poner pausa, inventarse un paréntesis. Y eso hice: no pude poner una pausa en mi trabajo (ver razón 1.) así que le puse pausa a todo lo demás y me colgué en el cuello el cartel de cerrada por vacaciones. Me encerré bien encerrada en mi misma, tan encerrada que me costó sacar palabras para afuera.
Voy a tratar de estar menos metidita padentro, porque estos primeros meses me la pasé muy profundo en la cueva, más incrustada en la cueva que los guanches, más en la cueva que la alegoría de la caverna de Platón, más encuevada que el mismísimo Bin Laden.
Estoy empezando a ver los primeros rayitos de sol que se cuelan por las grietas de las paredes de piedra y adobe que me construí alrededor. I’m breaking free, Mabel.
Doy mis primeros pasitos del año, ya estamos en febrero, empiezan a girar de a poco los grasientos engranajes de esta máquina que es mi voluntad. Vuelvo a tener ganas, a creer que la pucha que vale la pena estar vivo. Y por eso te estoy escribiendo.
4. Soy medio pajera.
Me da pereza escribir a veces.
y bue.
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5. Esta realidad es una mierda y te estafa y se prende fuego
Arden los bosques arde la Patagonia arde el pueblo arden las meme coins y los fondos offshore, un enano malvado convierte a la Argentina en un país imposible y arremete contra los putos y las popstars y las abuelas y las papafritas y después les hace perder millones de dólares en una jugarreta con un cryptobro y echa culpas hacia afuera y a su vez copia a los de afuera porque obvio, si se odia a sí mismo y super ama al extranjero que sin dudas lo exprimirá con sus dedos naranja de salchicha de carrito fast food, y cuando ya no quede nada van a darle play y van a grabar las evidencias y dejarán todo reflejado frente a la cámara, una película de guion impecable pero edición dudosa.

Mientras tanto en Canarias están a la venta todos los parajes naturales, cualquier playa montaña piedrita de lindo color es turistificable en esta isla y aunque yo sea extranjera e inmigrante no soy guiri, soy sólo una chica latina no-ciudadana mileurista y por tanto seré devorada junto con el resto de la población por los guiris hasta que el guiri sea la raza dominante en el mundo y los finlandeses y los alemanes y los ingleses y los blancos más blancos, blanco transparente, sean dueños de todas las casas los departamentos los hoteles las camas compartidas, un día encontraré UN GUIRI EN MI ALMOHADA y las habitaciones y los pasillos y los rincones todo todo todo será guiri todo será IKEA y las puertas serán guiris, los adminículos del hogar guiris, la licuadora guiri, los desatasca cañerías guiri, porque nada le pertenece al trabajador, los alquileres y las ventas no son para el hombre de a pie, son sólo para los arios. Años tratando de aprender la cultura canaria para terminar bañada en guiris.
¿Qué puedo escribir yo frente a tanta perplejidad, tanto estupor?
6. Otro amor robó mi atención
No es cierto que te abandoné en enero, te abandoné mucho antes. El año pasado estuve escribiendo una obra de teatro que consumió bastante de mi energía creativa, y gasté todos mis cartuchos ahí y no dejé nada nada para vos. Te pido que me entiendas, estoy arrepentida, pero no puedo decirte que ella no significó nada para mí. Significó mucho y la sigo toqueteando, todavía no terminé del todo con ella. Nos comprometimos a intentarlo aunque sea hasta el estreno, vamos a tener unos encuentros fogosos y pasionales hasta que ella esté bien pulida.
Pero no seas celosa celosa celosa, ya me ordené, ya estoy acá. Tengo suficiente para darle a las dos. Quiero que lo intentemos, juntas. Que volvamos a construir lo nuestro. Y si no me crees a mí, créele al gran poeta, Hernán de La Champion Liga, que una vez supo cantar que te amo a ti, que te quiero a ti, pero por más que yo intente esconderlo también la quiero a ella. ¿Podemos probar la relación abierta, Mabel?
7. Murió mi abuela y me dejó sin palabras
Yo sabía que quería mucho a mi abuela cuando estaba viva, pero después de que se murió me di cuenta de que me importaba más de lo que creía. Cuando se murió empecé a pensar en mi abuela como una totalidad. Hay algo de ponerle punto final a una vida que te hace tomar perspectiva, verla desde distintos ángulos, poder emitir una opinión, pensarla. Y más que cualquier cosa extrañarla, extrañarla y extrañarla. Me enteré de cosas que no sabía, cosas nuevas y cosas viejas. Por ejemplo, me está esperando en Argentina una partitura de un tango que mi abuela compuso sobre una monjita pescadora. Nunca escuché este tango, muero por escucharlo.
Ahora que no está, me gustaría contar la historia de mi abuela. Quiero hacerlo. Pero no tuve fuerzas. Estuve atravesando un duelo primero. Creo que no voy a terminar de atravesarlo hasta que no esté en su casa, vea sus cosas, vea a mi familia un domingo sin que ella esté. Porque ahora mismo, todavía me pasa que pienso en ella como si estuviese viva, pienso que la voy a ver, que la voy a abrazar, y tengo que espabilar y recordarme a mi misma - ey, eso ya no va a pasar. No se me termina de hacer real. Por eso tengo que ir a tocar la muerte.
Y hasta que no toque la muerte, no puedo escribir nada que tenga valor.
Por suerte voy ahora en Abril. :)
8. Me cuesta encontrar espacios creativos en esta vida tan poco poética
Todo es tan literal que a veces no puedo buscarle la metáfora a la cosa.
Se me hace cada vez más difícil el ejercicio de encontrar la belleza en un viaje de tranvía. Pero yo sé que la hay, claro que la hay. Sólo tengo que cambiar de anteojos.
Y sino escribir igual, a ver si la belleza me encuentra a mi antes que yo la encuentre a ella.
9. Escribir no me da dinero
En el afán de ser eternamente productiva me cuesta hacer cosas simplemente porque me hacen bien. Bien mí, a vos, a nosotras. Pero que no dan plata. No me pagan mis deudas, que sólo crecen y crecen. Quiero ser una escritora remunerada, ahí seguro que no me da paja. De momento, me conformaré con ser ad honorem y permitiré que me pagues con cariño, Macarena. Por lo menos el cariño no es una meme coin.
10. Tengo la voluntad endeble
No escribo porque cuando lo hago me critico mucho, me dejo persuadir por cualquier pensamiento enfermito que me taladra los oídos desde adentro.
Me pregunto mucho: ¿Y para qué?, con cierto tono nihilista.
Vivo creyendo que a nadie le importo yo ni nada de lo que yo tenga para decir, a la vez que pienso que a la gente le importa lo suficiente como para señalarme y reírse y con indignación exclamar: mirá la porquería que escribió esta estúpida.
Tengo miedo a escribir y que me parezca una mierda lo que escribo.
Así que acá estoy, haciéndolo igual. No es que tenga menos miedo, sino que estoy lista para comerme mi propia mierda.
CONCLUSIÓN
Espero que me hayas podido perdonar Mariana. Yo ya volví. Estoy lista para retomar la correspondencia. Necesito hacer cositas, cositas que me conecten con vos, con jugar, con hacer chistes y metáforas falopa que creo super interesantes (Y que yo sé que a vos te gustan)
Necesito volver a escribir. Entrenar. Poner mis manos y mi cabecita al servicio de estas cartas que no lee casi nadie (hola mamá, hola papá!! hola Nivia hola pelado!!) y que nunca me traerán fama y fortuna, pero ¿a quién le importa si fracaso? errar es humano ya me lo enseñó Wanda y si ellos pudieron tantas cosas mirá si no voy a poder yo dedicarte unas páginas a vos.
¿Y vos? ¿En qué anduviste estos días?
Contame.
Necesité parar y hacer silencio, pero nunca quise alejarme de vos.
Todas las promesas de mi amor se irán contigo,
baby please don't go.
Baila para mí Mariela,
baila
aunque sea sólo
por esta vez.